Los perros, amigos fieles e “inteligentes”

Siempre se ha dicho que el perro es el mejor amigo del hombre, que es fiel y que es uno de los animales más “inteligentes”. No nos vamos a detener en tratar de definir “inteligencia” ahora, pero seguro podremos coincidir en que, sin dudas, los perros son unos animales atentos, que aprenden, con el tiempo saben de nuestros estados de ánimos, son juguetones, adquieren hábitos, etc.
Además, ya se ha dicho también que tener una mascota puede ser muy positivo para la salud, en especial a nivel psicológico y emocional, un animalito es una excelente compañía y una forma de estar más relajado y liberarse del estrés (¿qué mejor que salir a pasear a tu perro y recorrer un espacio verde, o salir los fines de semana con él a la costa?)
Pues bien, según un reciente estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de British Columbia en Canadá, los canes tienen una inteligencia promedio de un niño de entre dos y dos años y medio. Y aún más: aseguraron que su capacidad mental les permite aprender el significado o, mejor dicho, entender un promedio de 165 palabras.
Asimismo, los autores confirmaron y aseguraron que los perros pueden engañar a otros animales e incluso a humanos para lograr algún objetivo tentador, como puede ser un trozo extra de carne.
Los investigadores revisaron una gran cantidad de otros estudios previos relacionados con la habilidad de los perros ante ciertas situaciones y para resolver problemas.
Con respecto a su capacidad para entender palabras, los expertos concluyeron que aunque la gran mayoría de los canes tengan una habilidad para comprender hasta 165 palabras, hay ciertas razas que pueden hacerlo hasta con 250 términos. Además, comprenderían nociones muy básicas de aritmética y podrían contar hasta cinco, según el equipo.
Otro punto destacado es que los perros también podrían resolver cuestiones espaciales: ante un estímulo interesante (como una comida apetitosa), pueden “medir” el espacio, ubicar el objeto y definir cuál es el camino más corto hacia él.
Según Stanley Coren, investigador principal, estos estudios vienen a demostrar que los perros pueden resolver problemas complejos y son más parecidos a los primates y a los seres humanos de lo que antes se creía.
Coren explicó que la inteligencia de un perro cambia según la raza. En los perros, especificó, puede encontrarse tres tipos de inteligencia: la instintiva, la adaptativa (cuán bien aprende de su ambiente a resolver problemas) y la del trabajo y la obediencia (la enseñanza).
Tras estudios distintas razas en los Estados Unidos y Canadá, llegaron a las siguientes conclusiones con respecto a cuáles razas son las más “inteligentes”: los Border Collies serían los número uno, los Caniches los segundos y a continuación estarían los Ovejeros Alemanes. En cuarto lugar se ubicarían los Golden Retrievers, en quinto los Doberman, en sexto los Ovejeros Shetland y, finalmente, los Labradores.